• mayo 16, 2024

Recuperación gradual del 2023 y desafíos persistentes: la industria de la construcción en Bolivia

La compleja combinación de desafíos y oportunidades en la industria de la construcción de Bolivia. Tras años de altibajos, el sector experimentó un fuerte revés durante la pandemia en 2020, seguido por un resurgimiento en 2021. La estabilización actual sugiere una mejora gradual, evidenciada por la expedición de 4,038 permisos de construcción entre enero y noviembre de 2023, reflejando un leve decrecimiento acumulado del 1.94% en comparación con el mismo período de 2021. Para impulsar el dinamismo en la industria, los actores clave enfatizan la colaboración entre sectores público y privado en la inversión de infraestructura y la priorización de empresas locales en contrataciones. La puntualidad en los pagos gubernamentales a empresas constructoras es otra área crucial, ya que los retrasos afectan la liquidez y desincentivan el desempeño del sector.

La industria de la construcción ha sido un termómetro económico clave en el devenir de los últimos años. Tras una montaña rusa de altibajos, la coyuntura actual revela una recuperación que, aunque incipiente, sugiere un panorama alentador pero aún desafiante.

El sector se ha tambaleado entre oscilaciones significativas. Si bien la tendencia mostraba un crecimiento promedio superior al 3% en años previos, la embestida de la pandemia en 2020 ocasionó un abrupto descenso del 19%. El año subsiguiente, con el esfuerzo conjunto de reactivación económica, vio un rebote del 17.9%, marcando un inicio hacia la recuperación.

Para el Ing. Jorge Alberto Vaca Raslán Presidente Nacional del Colegio de Ingenieros, advirtió, no obstante, los recuerdos de épocas de mayor esplendor parecen ser un muy distante. El auge experimentado hasta 2014 ha dejado un anhelo palpable en el sector, particularmente por el desarrollo de proyectos inmobiliarios que marcaron una etapa de bonanza en la economía nacional”.

Las señales actuales, aunque modestas, indican una gradual mejora. La Cámara de la Construcción de Santa Cruz para uno de sus directores el arquitecto Víctor Mario Rojas Patiño, ha destacado algunos indicadores reveladores de este fenómeno. Por ejemplo, durante el período comprendido entre enero y noviembre de 2023, se han expedido 4,038 permisos de construcción, reflejando un leve decrecimiento acumulado del 1.94% en comparación con el mismo periodo en 2021.

Los actores clave del sector plantean diversas medidas que podrían catalizar el dinamismo en esta industria. Principalmente, hacen hincapié en la necesidad de una colaboración estrecha entre los sectores público y privado en la inversión de infraestructura. Esto, acompañado de la priorización de empresas bolivianas en la contratación, promete impulsar la generación de empleo y fortalecer la economía local.

Otro aspecto crucial es la puntualidad en los pagos de las instituciones gubernamentales, alcaldías y gobernaciones, quienes acumulan deudas con las empresas constructoras debido a retrasos en las planillas de avance de obra. Estos retrasos no solo afectan la liquidez de las empresas, sino que también desincentivan el desempeño del sector en su totalidad.

“Además, se ha plantea la necesidad de reconocer la planilla de avance de obra como un documento negociable en el sistema financiero. Esta medida facilitaría la liquidez y el flujo financiero de las empresas constructoras, proporcionándoles una mayor estabilidad para operar y emprender nuevos proyectos”, señaló Vaca.

El sector de la construcción experimenta señales de recuperación, aún se encuentra en un estado de reactivación parcial. La sinergia entre lo público y lo privado, sumado a la resolución de las deudas pendientes y la flexibilización financiera, son pasos cruciales para impulsar una recuperación sólida y sostenible en el tiempo.

El escenario actual de la industria de la construcción en Bolivia se ha visto influenciado por un marcado encarecimiento de los materiales, lo que ha generado preocupación y reflexión en el ámbito económico. Para comprender este fenómeno, se ha desarrollado un modelo econométrico de series temporales que indaga sobre la correlación entre los precios de los metales industriales en los mercados internacionales y los costos de construcción en el país.

Evolución Reciente de los Costos de Construcción en Bolivia

Los indicadores apuntan a un aumento significativo en los costos de los materiales de construcción, con señales de contención que aún no logran ser contundentes. Los datos de costos de materiales de construcción residencial, registrados hasta octubre de 2023, exhiben un incremento del 26.7% respecto a enero de 2022, aunque ligeramente inferior al máximo crecimiento observado del 27.6%.

“Nos centramos en materiales representativos como el cemento, el hormigón, el acero y la madera, fundamentales en la industria de la construcción. El análisis detalla que el cemento y el hormigón se han encarecido alrededor de un 20% desde principios de 2022, mientras que la madera ha registrado un aumento del 28%”, señaló Rojas,

Proyecciones de Costos de Construcción en 2023

Para visualizar la posible evolución de los costos de construcción en Bolivia durante 2023, se han estudiado escenarios donde materiales como el acero, el hormigón, la madera y el cemento podrían experimentar descensos. Según nuestras estimaciones, se anticipa una moderada disminución del 2% en el caso de la madera y una caída más acentuada del 23% en el acero.

La disparidad en la reducción entre el acero y la madera se explica por su relación con el ciclo del mercado inmobiliario, el cual se encuentra en una fase de moderación. Además, el acero ha mostrado un descenso mayor, en parte debido a su exposición al conflicto en Ucrania, siendo Rusia uno de los principales exportadores de este metal. Por otro lado, la madera no se ve afectada por esta exposición directa.

Desarrollo de la construcción el 2023

Estos hallazgos sugieren una posible tendencia a la baja en los costos de materiales de construcción en Bolivia durante 2023, aunque con variaciones significativas entre diferentes elementos, debido a su correlación con factores como el ciclo inmobiliario y la situación geopolítica internacional.

“Este modelo econométrico de series temporales proporciona una guía para las expectativas futuras, pero es crucial considerar otros factores contextuales y variables externas que podrían influir en estas estimaciones. La volatilidad del mercado internacional y la estabilidad de la situación geopolítica pueden generar fluctuaciones imprevistas en los precios”, admitió Rojas.

Por ende, un análisis detallado y continuo de estas relaciones resulta esencial para adaptar estrategias empresariales y gubernamentales en la industria de la construcción, permitiendo una mejor gestión de costos y una planificación más precisa en el desarrollo de proyectos.

En el transcurso del año 2023, los análisis anticipatorios que presagiaban un período desafiante para las empresas bolivianas parecen confirmarse, proyectando un panorama que se extenderá a lo largo del 2024. “Sin embargo, destaca un hecho revelador: Bolivia se sitúa entre los países que, en apariencia, sortearán la recesión con solidez, aunque sin experimentar impulsos significativos y con variaciones notables en distintos segmentos, especialmente en el sector de la construcción”, consideró Vaca.

Si al inicio del año se proyectaba un crecimiento del 3.9% para el sector de la construcción en 2023, las mejoras observadas en los primeros meses, atribuidas en gran medida al proceso de desinflación y a la reactivación de sectores clave como el inmobiliario y de exportación, han elevado las previsiones hasta alcanzar el 4.4%.

Contrariamente, las proyecciones de crecimiento para el año 2024 están siendo revisadas al alza, superando levemente el índice de crecimiento del 2023 en dos puntos porcentuales, estimándose en un 4.8%.

Esta aceleración se atribuye a varios factores. En primer lugar, se relaciona con el posible fortalecimiento de las políticas de inversión en infraestructura llevadas a cabo por el Estado boliviano y al continuo ascenso de la inversión inmobiliaria por parte del sector privado que fortalecerá el rubro constructivista. Sin embargo, una perspectiva más interna está vinculada a la incertidumbre política, la demora en la aprobación de presupuestos y préstamos otorgados por organismos multilaterales para la infraestructura. Esta demora en la utilización de los recursos genera inseguridad en el sector de la construcción a largo plazo, afectando su dinamismo.

“Es evidente que las decisiones gubernamentales y las condiciones del mercado están generando un escenario complejo y desafiante para el sector empresarial boliviano, particularmente en la construcción. La incertidumbre política y los retrasos en la ejecución de presupuestos e inversiones ponen en relieve la necesidad de agilizar los procesos administrativos para mantener la estabilidad y promover un crecimiento sostenible en el país”, señaló Rojas.

Durante el primer semestre del año en curso, el sector de la construcción en el país ha mantenido una tendencia al alza, evidenciando cifras alentadoras en la producción y venta de cemento, así como en la importación de materiales y el empleo dentro de este ámbito crucial para la economía nacional.

En términos de producción, el cemento ha mostrado un crecimiento notable, alcanzando las 1.83 millones de toneladas métricas (TM) en el primer semestre de 2023, lo que representa un incremento del 1.3% con respecto al mismo período del año anterior, cuando se produjeron 1.81 millones de TM. Esta constante elevación en la producción refleja un impulso positivo en la actividad de construcción a nivel nacional.

De manera similar, las ventas de cemento han experimentado un aumento significativo. En el primer semestre de 2023, se registró la venta de 1.84 millones de TM, marcando un incremento del 4.1% en comparación con el período del año anterior, que alcanzó 1.76 millones de TM. Este aumento en las ventas demuestra un aumento en la demanda de este insumo básico para la construcción, un indicador alentador para el sector.

Por otro lado, el Índice de Insumos Importados para la construcción, en comparación con el mismo período del año anterior, evidenció una ligera caída del -0.1%. Sin embargo, esta variación mínima no ha impactado significativamente en la actividad de importación de materiales de construcción.

En cuanto a las importaciones de materiales, en junio de 2023 se reportó un valor de $us34.1 millones, una cifra menor en comparación con el mes anterior. Las importaciones de productos elaborados alcanzaron $us15.4 millones, mientras que las de semielaborados llegaron a $us18.6 millones. Entre los productos más demandados se encuentran las barras de construcción, el fierro corrugado, angulares y perfiles de hierro o acero sin alear, así como los tubos de acero galvanizados y porcelanatos y azulejos para revestimientos.

En términos de empleo, las cifras obtenidas de la Encuesta Continua de Empleo reflejan un incremento en la cantidad de personas empleadas en actividades relacionadas con la construcción en áreas urbanas. En junio de 2023, se contabilizaron 370 mil personas empleadas, superando los 351 mil registros del mismo período del año anterior. Este aumento en la fuerza laboral indica una mayor actividad en el sector y un impulso positivo en la generación de empleo.

Sector inmobiliario

El sector de la construcción en las ciudades capitales y principales conurbaciones ha experimentado un aumento considerable en la autorización de superficie para construcciones, evidenciando un panorama dinámico y en crecimiento durante el mes de junio de 2023. Se registraron 183 mil metros cuadrados de superficie autorizada, superando los 168 mil metros cuadrados reportados en mayo, lo que indica un impulso en las actividades constructivas.

Para el directivo de la cámara Inmobiliaria Boliviana Germán Antelo   Balcázar señaló en su análisis que sin embargo, a pesar de este dinamismo, el número total de viviendas visadas desde enero hasta junio de 2023 fue de 50,729, lo que representa una disminución del 4.9% en comparación con el mismo período del año anterior. Esta reducción en la aprobación de viviendas podría reflejar cierta cautela en el sector y posiblemente esté relacionada con diversos factores económicos y políticos.

A pesar de esta contracción en la aprobación de viviendas, las carteras de crédito han mostrado un crecimiento sostenido, especialmente la cartera de crédito destinada a la vivienda de interés social, que experimentó un incremento del 8% en los últimos 12 meses, alcanzando un monto de BS. 2,416 millones. Este aumento en la disponibilidad de crédito podría influir positivamente en la demanda de viviendas, estimulando el mercado en los próximos años.

“Es evidente que las políticas orientadas al fortalecimiento del mercado interno están brindando mayor confianza a los inversores a nivel nacional, lo que se traduce en una leve recuperación en la construcción de edificios. Este cambio de tendencia sugiere un horizonte de crecimiento y estabilidad en el rubro constructivo, señalando una tendencia positiva para el sector en el futuro cercano”, señaló Antelo.

Además, se observa un incremento en la creación de empleos debido a la recuperación de la inversión en el sector de la construcción. Este aumento en la oferta laboral es un indicador alentador que respalda la noción de un crecimiento sostenido del mercado interno en el país, demostrando que existen recursos suficientes para llevar a cabo proyectos de gran envergadura.