El espacio de la arquitecta María Gracia Melgar, transporta a las cocinas de antes, a las reuniones familiares tan entretenidas y a las añoradas tardes con la abuela. Es un ambiente cálido que combina lo colonial con un toque moderno, lo rústico con lo elegante, el antes y el ahora. Es un lugar que llena de recuerdo, pero también ganas de no perder la esencia y valores de los buenos momentos que regala la vida.
La profesional usó una combinación de texturas y materiales rústicos, como la madera, el piso de cerámica, porcelanato de formato grande y paneles ripados para darle un toque moderno a la intervención. Asimismo, los detalles vintages en los revestimientos de la cocina y colores cálidos en las paredes con pintura y textura que engloba la intención del proyecto de juntar lo antiguo con lo nuevo.