Dentro de la planificaciones anuales para la infraestructura es necesario desarrollar un sistema de infraestructura que propicia un cambio del paradigma del desarrollo de las economías de la región que necesita una mejor infraestructura basada en el desarrollo del transporte, logística, energía, agua potable, tratamiento de aguas residuales, telecomunicaciones, riego y defensas contra inundaciones, no solo para alcanzar una explotación sostenible de los recursos naturales, sino también para avanzar hacia el cambio estructural progresivo y gran impulso ambiental que facilite el desarrollo con igualdad y sostenibilidad en la región.
Esta misión está encargada al sector de la construcción, para Florentino Fernández representante de CAF, hablo para la revista Contacto Construcción en la entrega de recursos para infraestructura de la carretera para el departamento de Oruro. Señaló que las conexiones viales promueven una visión integradora que permite generar una nueva forma de concebir la infraestructura que esta es compatible con la extracción de recursos naturales, con logísticas adecuadas basadas en el respeto del medio ambiente, “La sostenibilidad de la minería, energía, agropecuaria está basada en infraestructura adecuada por consecuencia los actores para ejecutar la misma es el sector de la construcción que es clavé para el desarrollo de la cadena de suministros y estos a la ves aportan al crecimiento del país”.
El desafío de cambiar el paradigma del desarrollo exige un cambio de la vinculada a los recursos naturales y a la infraestructura. Esta se propone un diálogo entre el sector constructivo privado y la inversión pública y permita la igualdad en el centro del desarrollo sostenible para impulsar un cambio estructural progresivo que aumente la incorporación de conocimiento para el desarrollo de infraestructura que garantice la inclusión social y combata los efectos negativos del cambio climático.
La transformación de los servicios de infraestructura representa una condición de las características actuales de los servicios de infraestructura son parte de los factores generadores de los desequilibrios profundos que han marcado en algunas regiones del país, como la estructura productiva poco diversificada, necesita una mayor inversión y por consecuencia se busca aplicar nuevos retos que puedan marcar el desarrollo buscando los beneficios a los usuarios.
La importancia de la inversión
Para el Ingeniero Roberto Rojas, Ingeniero en Oficina Técnica de la empresa Synohidro la infraestructura es vital para la transformación y desarrollo de los países y por lo tanto se requiere cambiar la tecnología y visión de la construcción de la infraestructura para que este beneficie con mayor entereza a todos los sectores.
En Bolivia la inversión y ejecución de obras superan los 3.000 millones de dólares los que están por todo el país con mega obras y reactivación de tramos camineros, con nueve carreteras nuevas y 32 carreteras se encuentran en plena construcción, con una ejecución de proyectos de construcción y conservación en 475 kilómetros de carretera de la Red Vial Fundamental (RVF), y la ejecución de 80 proyectos carreteros en los nueve departamentos de Bolivia.
El ingeniero Rojas señaló que las obras de gran magnitud y las más imponentes son, la Doble Vía “El Sillar”, en el departamento de Cochabamba, obra que cuenta con una inversión de 426 millones de dólares y alcanzó un avance superior al 92%.
El tramo Acheral – Choere en el departamento de Tarija, también se considera una “Mega obra”, con la construcción de 17,59 kilómetros de carretera, un puente y ocho viaductos, con una inversión de 36.616.589 millones de dólares. La obra tiene un avance del 60%.
La construcción de la carretera Espino- Charagua- Boyuybe en el departamento de Santa Cruz, es también una de las más importantes de la ABC, con una inversión de 253.000.000 millones de dólares que abarcará 159,39 kilómetros de carretera.
En el departamento del Beni, se ejecuta el proyecto de construcción de carretera Rurrenabaque – Riberalta y cubrirá 508, 70 kilómetros con una inversión de 579.410.691 millones de dólares, un proyecto anhelado por la población beniana.
En el departamento de La Paz, se reactivó la construcción de la doble vía Huarina- Tiquina. Además, se encuentra en etapa final la ejecución de la doble vía El Alto-Viacha y el segundo Cruce Rio Seque-La Cumbre. Así mismo, la estatal inició la construcción de puentes en las localidades de Santiago de Machaca, San Buenaventura y Tumupasa.
La construcción del puente Aroma, de 123,5 metros de longitud y dos de carriles de circulación de 10 metros de ancho, es una realidad en el departamento de Oruro.
La población beniana fue beneficiada con proyectos de construcción de la carretera Yucumo-San Borja, San Borja-San Ignacio de Moxos y Rurrenabaque-Riberalta. Estas obras están en plena ejecución. Además, fue entregado también el puente Itonama.
En Cochabamba se concluyeron trabajos en la doble vía Puente Mariposas-Puente Chimore; la carretera km25 – Tarata – Anzaldo – Rio Caine y la doble vía al valle alto Petrolera-Angostura-Paracaya.
En Santa Cruz coin el apoyo de la Gobernación se procede con la construcción de la doble vía puente Yapacaní- Puente Ichilo y el puente El Torno- Espejos. Se encuentran en plena ejecución el tramo Espino-Charagua-Boyuibe y San José de Chiquitos-San Ignacio de Velasco.
La construcción doble vía Santa Cruz-Warnes y la carretera Santa Cruz-Las Cruces- Buena Vista fue afectada y paralizadas por la falta de asignación de recursos que le corresponden al Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz.
En Potosí, se tiene el proyecto de construcción de la carretera Uyuni-Atocha, que fue paralizado en la gestión 2019. Así como la construcción de la carretera Kilómetro 25-Anzaldo–Torotoro, que fue paralizado el año 2020. Actualmente la ABC viene ejecutando trabajos de mantenimiento en el tramo Uyuni-Huancarani-Condo K.
“es necesario la implementación de todos los actores y buscar líneas de crédito e inversión para el crecimiento de la región, por lo tanto se debe enfocar en un trabajo conjunto con las cámaras de construcción de todos los departamentos y las empresas constructoras, las mismas que se ven afectadas por la falta y retraso de los pagos por avance de obra, esto lleva al colapso a las constructoras obligándolas a detener proyectos vitales para el transporte nacional e internacional”, aseveró Rojas.
La necesidad de préstamos para reafirmar la infraestructura como una necesidad
Para Fernández la visión de las inversiones en infraestructuras públicas origina diversos efectos económicos. De entrada, es preciso atender a la influencia directa de las infraestructuras económicas en la actividad productiva a corto plazo. También, a la incidencia en la competitividad del sector privado, vía incremento de la productividad y reducción de los costes de producción.
Los efectos económicos de la inversión en infraestructuras pueden diferenciarse entre el corto y el largo plazo:
A corto plazo, como con cualquier gasto, se originan efectos directos e inducidos sobre la producción y el empleo, que pueden medirse a través de los multiplicadores. La magnitud de los multiplicadores es muy apreciable en el caso del gasto en inversiones públicas.
Además, se constata la existencia de la inversión pública no solo no expulsa a la privada, sino que la atrae y genera que la inversión de las constructoras con la adquisición de nuevas tecnologías, maquinaria e insumos.
A largo plazo, las inversiones ejercen una influencia sobre el crecimiento económico. A este respecto, debe destacarse el papel de las infraestructuras como impulso decisivo para el para el sector privado.
El impacto del capital público aparece como un “input”, esto quiere decir que es un impulso para las empresa que se conciben como un sistema abierto, en continua interacción con su entorno social, de quien recibe (materias primas, mano de obra, etc. que mediante la aplicación de procesos transformadores convierte en bienes y servicios, yt es parte de la fusión de producción del sector privado y el público.
“El vínculo causal entre la infraestructura y la productividad puede operar en la dirección opuesta, ya que los países con altos niveles de renta pueden permitirse financiar grandes inversiones en infraestructuras, en el caso de Bolivia la inversión en infraestructura es sostenible y el mayor de la región”, señaló Fernández.
Por esa razón el Directorio de CAF -banco de desarrollo de América Latina- aprobó un crédito por USD 80,93 millones para la construcción y asfaltado de dos tramos carreteros La Joya-Chuquichambi y Huayllamarca-Totora en la ruta 31 de la red vial fundamental, en el departamento de Oruro del Estado Plurinacional de Bolivia, incluyendo la construcción de los puentes La Joya y Crucero.
Esté préstamo permitirá financiar una obra que forma parte de la Red Vial Fundamental (RVF) del país andino; además de facilitar la integración territorial económica y social interna y brindará una alternativa que mejore la conexión internacional de Bolivia con la zona portuaria de Chile.
¨Este proyecto tiene el propósito de mejorar la productividad y propiciar la integración nacional y regional con la vinculación internacional en el departamento de Oruro, mediante el mejoramiento de la vía existente, contribuyendo al incremento de la infraestructura caminera nacional y la cobertura de carreteras pavimentadas¨, señaló Fernández.
Con la construcción de esta ruta se beneficiarán las comunidades aledañas a la carretera, dedicadas principalmente a la actividad agrícola y la cría e industrialización de ganado camélido, como los municipios de Caracollo, Toledo, Huayllmarca, Totora y Curahuara de Caranga, cuyas poblaciones suman aproximadamente 48.500 habitantes.
Otro préstamo importante señalo Fernández es el crédito de USD 53,55 millones de la CAF que financia el 85% de la construcción del primer tramo (Escoma-Pacobamba) de lo que será la carretera Escoma-Charazani, en el norte del departamento de La Paz del Estado Plurinacional de Bolivia. El restante 15% será financiado, como contraparte, por la Gobernación regional.
El trecho financiado por CAF se extenderá sobre 42,34 kilómetros y representa el primero de los dos tramos que conformarán la ruta Escoma-Charazani, que forma parte de la Red Vial Fundamental (RVF) de Bolivia, y que unirá el altiplano con la Amazonía en el norte de La Paz.
El costo total de este primer tramo fue calculado en USD 63 millones y el total de la ruta representará una inversión de USD 153 millones. El objetivo del proyecto es mejorar la productividad nacional y regional mediante la integración de la población aledaña a los mercados de consumo; y fortalecer la vinculación internacional.
Fernández destacó que la nueva carretera será construida a nivel de pavimento flexible, cumpliendo con toda la normativa, con adecuadas características técnicas que mejorarán la experiencia de los usuarios, en términos de comodidad y de seguridad vial. Adelantó que el proyecto reducirá los tiempos de viaje y permitirá un mayor flujo de carga y pasajeros.
A su turno el titular del MPD señaló “El Gobierno nacional, en el marco de su compromiso con la integración vial de nuestro país, tomó la decisión de avanzar con la Marcha al Norte, proyecto que unirá la zona andina paceña con la amazonía en Pando, para lo cual se prioriza la construcción del tramo Escoma – Pacobamba”.
La carretera Escoma-Charazani unirá las provincias Eliodoro Camacho, Franz Tamayo, Muñecas, Bautista Saavedra y Abel Iturralde del departamento de La Paz, y en su tramo Escoma-Pacobamba beneficiará a aproximadamente 42 mil pobladores de las localidades de Escoma, Quejara, Tajani, Joti Joti, Pacaures y Pacobamba, además de Apolo.
Toda esta región se destaca por su actividad agrícola y pecuaria, con la producción de papa, oca, maíz, papaliza, trigo, cebada, entre otros y la cría de ganado bovino, porcino y principalmente camélido, alpacas y llamas y toda la cadena productiva que esta representa.
Las constructoras y su mirada para la infraestructura proyectada en el país
Para presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), Luis Bustillo, entre 2021 y 2022 la necesidad de crecimiento del país va por relación íntima con la constructoras que son las encargadas en implementar y ejecutar infraestructura, pero también hay un fuerte dinamismo en la construcción privada, como edificios y obras individuales, pero en estos dos últimos años el sector público ha bajado su inversión pese a que el Gobierno nacional tiene en agenda la ejecución de importantes proyectos de infraestructura.
Para el presidente de la CABOCO cito un ejemplo que en el 2022 el Gobierno tiene previsto invertir al menos 2.300 millones de bolivianos en infraestructura carretera en La Paz, así como un programa de industrialización de 1.500 millones de bolivianos, los cuales aún no se ejecutan por falta y negligencia de los procesos administrativos y esto es recurrente en otros departamentos, esto es una contradicción si hablamos de implementación de infraestructura la que no hay solo existe en papel, se debería mejorar la gestión pública para que también el sector constructor se reactive y pueda ser parte de estos mega proyectos..
“Son obras importantes, son obras grandes, esto va a beneficiar a muchas empresas, pero no así a la gran masa que es la empresa pequeña y la empresa mediana, porque estás empresas generalmente acogían trabajos de los gobiernos subnacionales y no están pasando estos por un buen momento, por lo tanto, de concretarse estos paquetes, sí puede generar mayor dinamismo”, dijo.
Sin embargo, el sector de la construcción está a la espera de que estos proyectos públicos con importante inversión sean ejecutados también por empresas nacionales, para lo cual piden flexibilizar la normativa en función a la realidad nacional.
“Todo lo que se ha construido en Bolivia es por empresas constructoras bolivianas y mano de obra boliviana, pero en muchos casos como subcontratistas y no como contratistas, porque las exigencias son demasiado grandes y no podemos alcanzar los constructores bolivianos”, explicó.
Otro problema para que el sector respire nuevamente es como sobrellevar la rigurosidad de las normas vigentes para la adjudicación de importantes proyectos de infraestructura pública, las constructoras bolivianas pequeñas y medianas no pueden ser parte de estos programas ni siquiera asociándose.
¿Dónde están los recursos?
Otro factor que motiva la ralentización del sector de la construcción es la reducción de recursos en los gobiernos subnacionales, esto se debe a la disminución de ingresos provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) que perciben las alcaldías y gobernaciones.
Cabe mencionar que desde la gestión 2021 el país experimenta una reducción de ingresos por la pandemia y por la bajada de la exportación de gas natural, debido a la disminución de la producción y la escasa reposición de reservas.
La merma en los ingresos por IDH deriva en problemas de liquidez en los municipios y gobernaciones, lo que, a su vez, prolonga la deuda a las empresas constructoras por proyectos ejecutados en gestiones pasadas. A decir de Bustillo, los gobiernos subnacionales vienen pagando estas deudas, pero no en la medida que esperaba el sector constructor.
Esto se debe a la ralentización del sector de la construcción se explica principalmente por los problemas de liquidez en los distintos niveles de gobierno y la excesiva deuda flotante, es decir, el pago pendiente por proyectos ejecutados con anterioridad por la empresa privada. Este último factor que viene ocurriendo en los últimos 19 años y se ha convertido en un aspecto que desmotiva a las empresas privadas e inversionistas.