El Producto Interno Bruto (PIB) del sector de la construcción durante la gestión 2023 creció un 3,51%, y como casi todos los años superó al PIB total nacional, sin embargo, en función a los cambios en la política de inversión en infraestructura con asignaciones cada vez menores, así como las proyecciones del PIB con indicadores más bajos cada año, es previsible que el PIB de la construcción también sea menor la gestión 2024.
Según Aldo Sülzer Limpias, Presidente de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), se puede esperar que los últimos dos trimestres del año se registre mayor dinamismo en relación al primer periodo, puesto que es la tendencia histórica, confirmando la relación con la inversión pública que tiende a incrementar su gasto en la última parte del año para cumplir la ejecución presupuestaria. Sin embargo, de mantenerse las variables como hasta ahora, en el mejor de los casos, el crecimiento del sector será menor al del 2023 y se mantendrá la tendencia a la baja.
Para Sülzer la construcción se encuentra en la misma situación de muchos otros sectores de la actividad económica; registró un repunte después de la pandemia; sin embargo, la construcción en Bolivia inició un proceso de crisis la gestión 2016. Desde entonces los índices de crecimiento fueron disminuyendo, y la recuperación post pandemia no fue la esperada.
Durante el 2021 y 2022 continuó la tendencia a la baja y el PIB del sector recién el año 2023 superó por un margen muy bajo al de la gestión 2019, es decir, que la recuperación ha sido más lenta de lo esperado.
Para el inicio de este año las expectativas no eran muy alentadoras, y como se puede evidenciar en los gráficos y los indicadores principales del sector, el bajo crecimiento continúa siendo la tónica.
La producción, venta y consumo de cemento tienen la misma tendencia que la del PIB de la construcción, mostrando que los niveles en toneladas métricas, en cada tipo de uso, todavía no superan los registrados en la gestión 2019.
El Ing. Sülzer sostiene que, en el análisis de la evolución por semestre, se observa que los indicadores de venta/producción/consumo de cemento han superado por un bajo margen a los registrados en la gestión 2023.
Las estadísticas muestran igualmente que el primer semestre del año, el consumo de cemento se ha centrado en el eje central del país, es decir, Santa Cruz, Cochabamba y La Paz.
Cochabamba fue el departamento que más consumo de cemento ha tenido durante el primer semestre de la gestión 2024, superando a Santa Cruz (segundo departamento) en un 9,47%.
Sülzer mencionó que la otra de las variables importantes, que indica lo que se puede esperar en los siguientes meses para la construcción, son los permisos otorgados. De acuerdo a las cifras oficiales, se proyecta un 2024 con crecimiento, pero con tendencia a la baja.
Asimismo, los permisos de construcción que se aprobaron en la gestión 2023 son menores a los registrados en los años previos a la pandemia, y prácticamente muestran un estancamiento desde la gestión 2021.
Cuando se analiza la cantidad de permisos aprobados durante los primeros semestres, se puede observar que los primeros 5 meses de la gestión 2024 la cantidad de permisos tramitados es significativamente menor a similar periodo del año 2023.
Asimismo, la cantidad de metros cuadrados en permisos registrados durante los primeros 5 meses de este 2024, ha sido significativamente menor a la cantidad de permisos aprobados en las últimas tres gestiones.
El titular de Cadecocruz, afirmó que, en lo que se refiere específicamente a Santa Cruz, el primer semestre del 2024 muestra una actividad similar a la del 2023, es decir, con un estancamiento en el crecimiento, que condice con la situación económica del país, que afecta al sector constructor en gran medida, ya que tiene alta correlación con la inversión pública, que también ha sido baja en el inicio del 2024.
El consumo de cemento, uno de los indicadores más representativos de la industria de la construcción, muestra un leve incremento durante el primer semestre 2024, respecto a similar periodo del año pasado. Sin embargo, la cifra es todavía menor al promedio de los últimos cinco años.