El concepto “aglomeración de La Paz” hace referencia al espacio territorial configurado por La Paz y El Alto, cuyas características y modos de funcionamiento presentan complejidades y potencialidades comunes
La “aglomeración”, que concentra más de 2 millones de habitantes, o el 17 % de la población del país, dibuja interacciones que superan sus límites político-administrativos y demanda cambios en cómo abordar la gestión de política pública.
El municipio de La Paz alberga la sede de gobierno. Es el epicentro de la actividad política y social del país. La distribución territorial poblacional es asimétrica: el 96 % se concentra en siete macro distritos urbanos que cubren el 9 % del territorio, mientras que el 4 % de su población se concentra en dos distritos rurales. Cuenta con más de 350 ríos, muchos subterráneos, lo que representa un desafío en la gestión de riesgos por uso del suelo inadecuado. Y el 70 % de su área urbana se encuentra sobre suelo con nivel de riesgo moderado, alto y muy alto.
“El Alto si sitúa a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar y se vincula a La Paz geográfica, social, cultural y económicamente. El Alto se caracteriza por permanentes flujos migratorios, que han acelerado su crecimiento, consolidándola como la segunda ciudad de mayor crecimiento urbano del país. Tiene más de un millón de habitantes distribuidos en 14 distritos urbanos y rurales en los que predomina la cultura aymara debido a su cercanía a municipios rurales del departamento de La Paz”, señaló Marco Antonio Fuentes es Ingeniero de Transporte con estudios de especialidad en Seguridad Vial, Movilidad Urbana Sostenible.
La Paz-El Alto cuentan con una sociedad joven, con fuerte identidad y un territorio con un potencial extraordinario para construir modelos de desarrollo basados en sincretismos rural-urbanos, haciendo de la diversidad cultural su mayor potencial.
Desafíos y oportunidades
Las principales dificultades para ambos municipios son temas estructurales que requieren acciones conjuntas. Abordarlas significa crear un nuevo paradigma de cooperación para atender cuestiones centrales del desarrollo: desde gestionar la movilidad a fortalecer la cohesión social, entre otros.
A estos desafíos se añaden las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria, que impactaron ambos municipios. Estos problemas también presentan oportunidades para generar modelos de desarrollo inclusivos y con participación ciudadana.
Pero, ¿cómo materializar este nuevo escenario? Cocreando soluciones a través de lo digital, disminuyendo brechas tecnológicas y colocando a la ciudadanía y al medio ambiente en el centro de las decisiones. Es un camino posible para transitar hacia unas ciudades que operen con mecanismos de gobernanza efectiva, institucionalizados e inclusivos. Aquí reseñamos ejemplos en el camino hacia un desarrollo sostenible en ambos municipios y la apuesta a trasformaciones estructurales.
Digitalización
Para el municipio de La Paz, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se convirtieron en la primera iniciativa asumida por el gobierno municipal con la ciudadanía para co-ayudar y lograr el cumplimiento de la Agenda 2030 a partir de soluciones integrales. La idea era concibir los ODS como una visión a largo plazo centrada en el bienestar y la igualdad de oportunidades, basada en políticas multidimensionales.
El Laboratorio de Aceleración del PNUD impulsó, junto con el Gobierno Autonómico Municipal de La Paz (GAMLP) y Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC), el proyecto Barrio Digital, una forma de participación ciudadana que utiliza herramientas tecnológicas alimentadas con información en tiempo real. Esta permite a cada vecino y vecina protagonizar su propio desarrollo y aportar al progreso colectivo.
Esta iniciativa se desarrolló en el barrio de San Sebastián, usando inteligencia colectiva dirigida a jóvenes del barrio (45 % del total de la población) para obtener un mapeo y cocrear soluciones en respuesta a las necesidades de esta población y de su espacio territorial. Además, se capacitó digitalmente a la población.
El big data urbano
Como parte de una iniciativa pionera para la generación de datos y uso de información para la planificación, el gobierno municipal de El Alto, con el apoyo del Laboratorio de Aceleración del PNUD y en alianza con la empresa de Tratamiento de Residuos de Bolivia (TRÉBOL), implementa el primer Big Data Urbano en Bolivia. La idea es adquirir datos de manera masiva.
Así, recogedores y recogedoras de residuos sólidos se convierten en protagonistas del proceso, sensibilizados sobre la importancia de su rol y capacitados en el uso de la aplicación interactiva disponible 24/7.
Además, el municipio contará con un modelo novedoso para la toma de decisiones que permitirá diseñar, implementar y evaluar políticas públicas en base a la evidencia.
Estas acciones innovadoras en dos de los municipios más importantes del país ayudarán a configurar estrategias integradas de las agendas de los paceños y alteños para construir una nueva realidad sin desigualdades y con identidad cultural. Las autoridades de ambos gobiernos municipales estamos comprometidos a afrontar y resolver estos problemas para no dejar a nadie atrás.
Metrópoli paceña y su integración urbana y tecnológica
A partir de 2021, el Área Metropolitana de La Paz, con aproximadamente 2 millones de habitantes y 32 mil unidades automotoras, ha experimentado importantes cambios en la movilidad urbana con la puesta en marcha de nuevos sistemas de transporte gestionados desde el Estado. Sin embargo, la dinámica de movilidad de la mayoría de los ciudadanos sigue siendo retadora dada las necesidades de mayor penetración que tienen estos nuevos sistemas en los viajes cotidianos que aún se realizan en La Paz y El Alto.
En el La Paz se realizan 2.722.994 viajes diarios, mayoritariamente en transporte público (71%). La cantidad de viajes en los distintos modos de transporte muestran una elevada tasa de utilización del transporte público para la realización de viajes cotidianos, comparada con otras ciudades de la región. A pesar de ello, para los usuarios, la percepción de calidad de los servicios tradicionales aún exige mejoras.
Diariamente, 14,6% de los viajes que se realizan en transporte público son realizados en los sistemas “institucionales” como el Teleférico, La Paz BUS que es un sistema de buses municipales de La Paz y Waynabus otro sistema de buses municipales de la ciudad de El Alto, que surgieron como una respuesta de las autoridades locales y nacionales para brindar una nueva perspectiva de movilidad urbana. Sin embargo, 85.4% de los viajes aún se realizan en transporte tradicional.
Fuentes oficiales informan que en La Paz y El Alto la baja calidad del servicio es consecuencia de la disminución de la capacidad de los vehículos de transporte y la sobreoferta en corredores principales y centralidades. El municipio de La Paz ha reportado una sobreoferta de más de 30% en corredores principales en hora punta, y una ausencia de servicio en laderas y sectores alejados a partir de las 18:00.
La atomización de la oferta del transporte ha derivado en una mayor cantidad de vehículos de baja capacidad, y un incremento en el uso del espacio público y externalidades como seguridad vial y contaminación ambiental. Contrariamente a la dinámica del transporte tradicional, los sistemas institucionales presentan elevados índices de calidad de servicio y aceptación por parte de la ciudadanía por sus nuevas tecnologías, mayor capacidad de transporte y sistemas de cobro moderno.
¿A qué se debe que la movilidad urbana en el La Paz no haya experimentado cambios significativos? Existen particularidades que hacen un caso interesante.
“Las autoridades han identificado que la falta de integración entre los sistemas de transporte no ha permitido que los usuarios se beneficien de las mejoras propuestas por los sistemas institucionales”, advirtió Fuentes.
A la fecha, el Municipio de La Paz ha implementado 7 rutas y el Municipio de El Alto 3 rutas, operadas por cuenta propia. Mientras que Mi Teleférico ha puesto en marcha dos fases con 10 líneas interconectadas en la Red de Integración Metropolitana, con cerca de 30,5 kilómetros, 36 estaciones y alrededor de 1400 cabinas que operan en ambas ciudades y que no representan más del 15% de la demanda diaria de viajes.
Los tres sistemas institucionales no están integrados de forma operativa y/o tarifaria, y solo existen puntos de integración física en algunas centralidades. Por otra parte, el transporte tradicional en el AMLP sobrepasa las 800 rutas para una población de 2 millones de habitantes.
A pesar de esta marcada diferencia en cobertura, la puesta en marcha de los tres sistemas institucionales ha generado un nuevo estándar de calidad con criterios de accesibilidad universal y eficiencia de prestación del servicio enfocado en el usuario, atributos que no poseen los operadores tradicionales.
Integración de la Movilidad metropolitana La Paz- El Alto
Actualmente, a través del estudio de “Integración Metropolitana para las ciudades de La Paz y El Alto”, financiado por el BID, las autoridades han encarado un trabajo técnico para presentar lineamientos que logren la integración entre los sistemas institucionales e involucrar a los sistemas tradicionales, bajo el concepto de “aprender haciendo”.
Esto es muy relevante dada la organización institucional de los operadores tradicionales, para migrar progresivamente a esquemas institucionales eficientes y enfocados en el servicio al cliente, que reordene los sistemas y además ofrezca mejores condiciones sociolaborales de los operadores actuales.
“El estudio servirá como instrumento técnico a disposición de los tomadores de decisiones y contará con insumos y experiencia de casos similares de la región con acciones, indicadores, recomendaciones y una hoja de ruta para mejorar el Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de La Paz”, puntualizo Fuentes.
Las redes de transporte
Los desafíos que corresponden al desarrollo de la ciudad, es llegar a integrar las redes de transporte apropiada representa un obstáculo a la hora de poner en práctica una política de desarrollo social eficaz, que alcance índices de crecimiento económico sostenidos y logre objetivos de integración. Actualmente está provisión en La Paz no es suficiente para responder a los retos del desarrollo de la región. Por lo que para atacar esta coyuntura, es necesario hacer un mejor uso de los recursos con los que cuenta el sector.
En esta línea existen varios ejes prioritarios sobre los que se puede trabajar:
Planificar con una visión más integral todos los modos de transporte, de forma que las sinergias permitan un mayor impacto con una menor inversión.
Trabajar en la co-modalidad, es decir, en una mayor eficiencia de los usos del transporte.
Aprovechar la capacidad que tiene el sector privado para introducir incentivos de alta intensidad y presiones competitivas, que le permiten ser más eficiente en algunos casos.
Tomas Padilla Herrera posee una Maestría en Ciencias en Ingeniería Civil y un Máster en Administración de Empresas del Gobierno Municipal de La paz, explicó que “para poder hacer más con menos, los proyectos deben generar valor agregado en el entorno donde se desarrolle la infraestructura y contar una visión más integral, en la ciudad de La Paz, donde además de apoyar con el financiamiento del 35% de las vías pavimentadas del país (5.600 km de 16.000 km de la red vial fundamental), se ha contribuido a su desarrollo a través de actividades complementarias en el ámbito comunitario. Como por ejemplo, en el proyecto de la los puentes trillizos, el túnel de la Plaza Abaroa o la intervención en el la plaza del estadio, donde se integró un sistema de túneles y paqueo en la parte subterránea y en la parte superior se ha implementado plazas de recreación para los ciudadanos de esta metrópoli”.
De igual modo se destaca la contribución al desarrollo urbano con implementación de parques y áreas de esparcimiento, tal es el caso de los barrios de mil colores, llegando a conformarse como centros turístico estratégico, donde además tener acceso con vías en perfecto estado se puede rescatar el espíritu urbano de esta mágica urbe, y todo basado en la implementación de infraestructura que necesita esta metrópoli para seguir modernizándose de acuerdo a las necesidades de sus habitantes.
“Con este mismo enfoque el gobierno Municipal paceño ha apoyado a la definición de lineamientos para la gestión de la red vial terciaria, con el objetivo de potenciar la mejor transitabilidad y comercialización de zonas más alejadas o cordones que rodean la ciudad y que supongan un avance en la integración de la urbe en aspectos logísticos, sociales y culturales”, agregó Padilla.