El Foro de la Construcción Sostenible en Bolivia, este se realizó en la ciudad de La Paz, donde participaron todos los actores que tienen que ver con la construcción, alcaldías, Constructoras, proveedoras de insumos y materiales, Arquitectos, ingenieros, la banca, organismos estatales que están relacionado a las regulaciones, entre otros para hablar sobre la construcción sostenible en Bolivia .
Durante la inauguración del foro internacional, el presidente de la CNI, Pablo Camacho, destacó la importancia de la construcción en la economía nacional y la urgente necesidad de aplicar prácticas y tecnologías orientadas hacia la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente. “Después de la pandemia la construcción fue una de las actividades más dinámicas de nuestra economía, generando empleo, inversión e irradiando su impacto en otras áreas”, señaló.
Enfocado en el tema de la sostenibilidad, FOCO 2022 se orientó a tratar en sus paneles aspectos referidos a la construcción, infraestructura y finanzas sostenibles, por lo que contó con la exposición de especialistas latinoamericanos que trabajan en esta temática para que puedan compartir sus conocimientos y experiencias de sus países en torno al tema y conocer las acciones y buenas prácticas en sus lugares de origen, detalló el director de la CNI, José Eduardo Iriarte.
En ese marco, se contó con especialistas de México, Perú, Uruguay, y Colombia, así como reconocidos bolivianos que aportaron con su conocimiento en áreas de finanzas sostenibles y articulación con la construcción, riesgos climáticos y su impacto en el sistema financiero, el rol del sector vivienda y edificaciones, cambios de normativa y sus efectos positivos en la construcción, la economía circular y ciudades sostenibles, articulación de la banca y las empresas para acceder a financiamientos de proyectos, certificados sostenibles, índice de Infraestructura de Calidad para el Desarrollo Sostenible y otros.
Una línea de investigación dentro de un enfoque
No se puede ignorar que la línea de investigación sobre construcción sostenible se alimenta de la irrupción en el medio científico y de las políticas públicas del concepto de desarrollo sostenible, en la exposición de Tobías Contreras (Mex), Gerente de Investigación y Desarrollo de Vinte, señala que surge de la confluencia de dos líneas de pensamiento: por un lado, de la teoría del crecimiento económico y posteriormente del desarrollo y, por el otro, de la ecología, la conservación de los recursos naturales y el ambientalismo.
Es necesario re orientar las prácticas constructivistas con la sostenibilidad ambiental, teniendo construcciones verdes y certificaciones EDGE, que puedan respaldar este tipo de contribuciones a la nueva urbanidad de las ciudades.
El desarrollo sostenible o sustentable para Vinte de EDGE es un sistema de certificación de construcción sostenible que se focaliza en hacer edificios más eficientes, permitiendo a los arquitectos y propietarios de proyectos evaluar los costos de incorporar opciones de ahorro en energía y agua en sus edificios.
Como socio de la certificación, el Green Business Certificación Inc. (GBCI) administra la certificación EDGE en más de 120 países del mundo y es el socio exclusivo de certificación para todos los edificios EDGE en Latinoamérica, este es una herramienta de transformación de mercado de masas que es rápido y fácil de usar.
Contreras indico que “permite a los desarrolladores y empresas constructoras rápidamente identificar las maneras más efectivas de reducir energía, agua y recursos en los materiales de construcción, estas estrategias son integradas en el diseño del proyecto, verificadas por un auditor EDGE y certificados por GBCI, los incentivos son comerciales y financieros, pero los resultados son ambientales”, señaló.
Esta certificación ayuda a mitigar el cambio climático al incentivar un desarrollo que hace uso eficiente de los recursos, EDGE se compone de una aplicación de software basado en la web, un estándar universal y un sistema de certificación: La aplicación de software EDGE es gratuita en y rápidamente predice ahorros en energía, agua y recursos en los materiales de construcción comparados a un caso modelo local y estima los ahorros en servicios, costa de capital y período de retorno de la inversión.
En un par de minutos, el arquitecto del edificio puede determinar la combinación óptima de estrategias para lograr el mejor retorno de la inversión, creando un nuevo estándar global y requiere para ser considerado un edificio verde una reducción mínima del 20% en el uso de energía y agua, al igual que en los recursos utilizados en los materiales de construcción, comparados con un edificio estándar como punto de referencia.
Estos sistemas para certificar construcciones verdes permiten el ahorro de material, pero lo fundamental es que es una contribución al cuidado de los recursos de las ciudades. Con certificaciones a un costo modesto con el fin de alcanzar los logros del proyecto, tanto para los actores financieros como para los comunitarios, la certificación EDGE se utiliza en nuevas construcciones, edificios existentes y renovaciones importantes de cases, oficinas, hoteles, comercios y hospitales.
Las certificaciones EDGE dependiente de la Green Business Certificación Inc. (GBCI), principal organización independiente que reconoce la excelencia en el desempeño de la industria de negocios verdes y la práctica a nivel mundial, a través de rigurosas certificaciones y estándares de calidad, estimula la adopción de edificios y negocios verde. “Es el único organismo de certificación dentro de la industria de los negocios verdes y sustentables que exclusivamente administra certificaciones y credenciales profesionales como son LEED, PEER, WELL, SITES, GRESB, Parksmart y TRUE. Con EDGE, GBCI ofrece certificación de calidad y confianza; premiando el servicio al cliente; mejorando la comercialización, promoción y servicios de educación integral”, señaló Contreras.
El polígono de la Construcción Sostenible
En su ponencia Francesca Mayer (Per) CEO del Green Building Council de Perú, y parte del Consejo Peruano de Construcción Sostenible, Perú GBC, en su análisis advierte “que podríamos argumentar que el movimiento de construcción sostenible se remonta a miles de años atrás, a las edificaciones prehispánicas, en donde el uso de materiales naturales, regionales y la reutilización de los mismos era la forma de cotidiana de construir”.
Durante el boom constructivo, las edificaciones empezaron a buscar ese componente que las diferenciase del resto e hiciera “mejores”. Entre muchas de las tendencias globales desarrollándose en ese momento, la que más fuerza tenía era la del movimiento de construcción sostenible. Volver a los inicios, pensar en el planeta, las personas, y en la prosperidad económica se volvió la nueva moda.
En el Perú, esta “moda” llegó de la mano de las empresas transnacionales, las cuales buscaban tener sus oficinas, tiendas, o inclusive construir sus nuevas plantas verdes. Muchas de estas empresas buscaban algún reconocimiento internacional o algo que los diferenciase del resto. Muy rápidamente, la moda fue adoptada por las empresas desarrolladoras locales y seguidamente, empresas de todo tipo.
El desarrollo de la construcción sostenible en Perú ha sido lento. Sin embargo, considero que hemos llegado a un punto en el que me atrevo a decir que cualquier profesional del rubro de la construcción cuenta al menos con los conceptos básicos de lo que es un edificio verde.
Hoy, se puede encontrar edificaciones sostenibles de todo tipo, desde oficinas y centros comerciales, hasta edificaciones multifamiliares, parques y hasta ciudades.
Como Peru GBC, impulsamos el movimiento, generando alianzas e impactando en la creación de políticas y proyectos públicos que han incentiven el crecimiento del movimiento en todos los sectores y ciudades del país.
Mayer señaló que en el Perú el Consejo Peruano de Construcción Sostenible, Perú GBC, que ayudo rotundamente al crecimiento de nuevos retos constructivos y genero un movimiento de construcción sostenible y la meta es crear una cultura dentro de la sociedad peruana que conozca, valore y promueva los principios de la construcción y el desarrollo sostenible.
“Somos parte del World Green Building Council, con quienes trabajamos de la mano en todas nuestras actividades para afianzar los programas educativos de construcción sostenible para profesionales de todos los sectores de la industria de la construcción y de regulaciones nacionales con el sector público”.
Se trabaja promoviendo diversas certificaciones de nivel internacional como herramientas desarrolladas con el objetivo de diferenciar proyectos, garantizando el cumplimiento estándares de internacionales y combatiendo así las malas prácticas constructivas. Más aún, en situaciones de inestabilidad y extrema competencia en el mercado, las certificaciones brindan una ventaja, al ofrecer innumerables beneficios tanto para los desarrolladores como para los usuarios. En el mundo, existen más de 87 sistemas de certificación, 8 de ellos con presencia en Perú; EDGE, WELL, SITES, ISO 5001, ISO 14001, Bono Mi Vivienda Sostenible (nacional), BREEAM
Como Perú GBC, busca dar a conocer todas las herramientas existentes para que los diversos proyectos se puedan desarrollar de manera más sostenible, utilizando la certificación que mejor se adapte a sus necesidades y políticas empresariales.
Así mismo, consideramos que la educación es la verdadera clave para lograr nuestra ambiciosa meta de transformación. Desde nuestros inicios, sea volcado los esfuerzos para capacitar a los profesionales del rubro en diversas temáticas relacionadas a la construcción sostenible. Como organización, dictamos múltiples cursos a lo largo del año de temas diversos de construcción sostenible.
Así mismo, se empezó a generar alianzas con diversas universidades e instituciones educativas. Creemos que si bien hay que educar a los profesionales, es muy importante también pensar en los “futuros profesionales”; alumnos universitarios y hasta en algunos casos, escolares.
Finalmente, conscientes de la importancia de generar alianzas entre el sector público y privado, trabajamos con diversas municipalidades, el IFC (brazo de proyectos del Banco Mundial) y los asociados a el programa de promoción e incentivos de edificaciones sostenibles en el país.
“Uno de nuestros últimos proyectos ha sido el programa de edificaciones verdes de la Municipalidad de Miraflores. Este premia a desarrolladores que opten por cumplir con certificaciones internacionales, así como el Código Técnico de Construcción Sostenible con cierto porcentaje de área adicional en el proyecto. Así mismo, se establece la obligatoriedad de: Habilitar áreas verdes arborizadas, Contenedores segregados para el reciclaje y Zonas de jardines en azoteas (“techos verdes”)”, señaló Mayer.
Adicionalmente, se consideran otros criterios básicos de sostenibilidad. Este proyecto de ordenanza lo hemos desarrollado en las Municipalidades de San Borja, San Isidro, Miraflores, Surco, y en las ciudades de Arequipa y Cusco.
El Código Técnico de Construcción Sostenible es otra herramienta, desarrollada en conjunto con el Ministerio de Vivienda, que se cree ayudará a la aceleración hacia ciudades sostenibles. Conscientes de que las ciudades buscan urbanizarse, pero consideramos que se tiene un rol crucial en la definición de pautas y lineamientos para dicho crecimiento.
Certificaciones
La certificación LEED es la madrina de las certificaciones en el Perú. Con casi 120 proyectos certificados y aprox. 150 en proceso, LEED sigue liderando las tablas en cuanto a la certificación de preferencia por el mercado. Ahora, si bien la certificación presentaba un crecimiento ascendente durante los últimos años, el lanzamiento de la nueva versión 4 y el piloto de la versión 4.1, subió la exigencia y para muchos de los desarrolladores inmobiliarios y empresas ya familiarizadas con la versión 3, esto significa elevar el presupuesto asignado a la sostenibilidad del proyecto. Mayer mira que todo esto de las certificaciones pone retos que suben la valla en cuantos a los requerimientos de sostenibilidad de los materiales y eficiencia energética que los proyectos deben cumplir ahora.
La popularidad de LEED ha generado también interés en muchas empresas por tener sus oficinas certificadas. “Se vio un crecimiento en el número de proyectos certificados y registrados. Grandes corporaciones ven LEED como la nueva ISO para oficinas sostenibles.
Mientras que la Certificación Edge es la segunda certificación en la tabla de popularidad se cuenta con más de 20 proyectos certificados y aprox. 100 en proceso, cifras bastante altas considerando el poco tiempo que tiene la certificación en el mercado.
Un factor determinante para el gran crecimiento en popularidad de la certificación EDGE son las ordenanzas de promoción de edificaciones verdes que muchos distritos están lanzando. Esto hace que la certificación sea la herramienta de preferencia de diversas desarrolladoras inmobiliarias residenciales. Por su puesto que otros rubros también han sido atraídos a esta certificación, debido a la facilidad de su implementación y uso de la plataforma digital, EDGE ha sido la certificación seleccionada por algunas empresas grandes como su primer intento para hacer un edificio sostenible.
Nuevas Certificaciones
Fitwel y WELL son dos certificaciones nuevas, con bastante interés por parte del mercado. Son nuevas a nivel global también, lo que hace que aún no existan muchos expertos consultores en ellas y que sea un poco más difícil presentar el “business case” de las mismas a las empresas al momento de tomar la decisión de certificar. WELL, por su popularidad internacional y estrecha conexión con LEED, tiene a muchos más desarrolladores y consultores interesados en ella. Cuenta también con el primer proyecto en proceso para certificarse, uno de los primeros en la región.
BREEAM es una certificación, que si bien es muy similar a la certificación LEED, no ha logrado penetrar el mercado con la misma facilidad. Aún no contamos con proyectos certificados y/o en proceso de certificación, y gran parte de esta ausencia está ligada a los elevados costos de la certificación.
Una certificación de la que no se ha hablado mucho en los últimos años es la certificación SITES. Para los conocedores de LEED, una limitación para la tipología de Vecindarios era la restricción de acceso libre sin registro, en otras palabras, el tener condominios cerrados. El USGBC, consiente de este problema a nivel internacional, decidió crear un sistema de certificación hermano a LEED, pero con un enfoque muy interesante en, el desarrollo urbano y paisajismo.
Certificación Local
Finalmente, la Certificación Mi Vivienda Sostenible es la bandera local en cuanto a certificaciones de construcción sostenible. Consiste en un bono económico y tasa preferencial para las personas que desean adquirir una nueva vivienda y un programa de certificación de edificación sostenible para los desarrolladores inmobiliarios de vivienda social en el país. Este es un atributo del Programa Techo Propio administrado por el Fondo MIVIVIENDA y del crédito hipotecario Nuevo Crédito MIVIVIENDA del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento del Perú. A la fecha, se han certificado más de 175 proyectos y 59,800 viviendas.
“El Peru GBC trabaja de la mano con el USGBC, GBCI, IFC, y otras entidades propietarias y representantes de los diversos sistemas de certificación en el mundo. Buscamos no tener matrimonios con ningún sistema en especial, de lo contrario, buscamos proveer a nuestros miembros y comunidad verde con todas las alternativas disponibles para sus proyectos, para que opten por la que mejor se adapte a su forma de trabajar, objetivos del proyecto, y por supuesto, del presupuesto”, puntualizo Mayer.
Certificaciones en Bolivia
Las certificaciones en el país ya tienen un mayor aceptación, lo que falta es disposiciones por la parte publica para potenciar la construcción sostenible, para Marcelo Valenzuela (presidente del Green Building Council de Bolivia, la oferta de proyectos inmobiliarios denominados “eco-friendly”, amigables con el medio ambiente o edificios verdes, ha tomado mayor protagonismo en los últimos años en el país y a su vez en nuestra urbe cruceña.
Esto debido a una gran cantidad de factores involucrados, siendo uno de los más llamativos para los desarrolladores que esta denominación tiene la capacidad de impulsar el marketing en este tipo de proyectos.
Sumado a la pandemia, el interés social de la estancia en interiores y la calidad ambiental del entorno donde una persona realiza sus actividades diarias, sean estás domésticas o de trabajo, ha crecido y la demanda de parte de los ocupantes son más específicas, siendo estas orientadas al bienestar, la salud y el confort, esto es importante debido a que las personas pasan en promedio el 80-90% del tiempo en interiores.
“Y de acuerdo con el último estudio presentados, Santa Cruz mantiene el primer lugar en crecimiento del sector constructor, representando el 30% de la actividad de construcción en Bolivia. Donde todos estos puntos nos conducen a la pregunta: ¿De qué manera puedo garantizar que mi proyecto inmobiliario realmente sea sostenible pueda denominarlo edificio verde y no caiga en el “Green washing”, advirtió Valenzuela?
Siendo la respuesta de especial interés para el actual o futuro propietario y copropietario del inmueble, los inversionistas, los desarrolladores, los equipos de diseño y construcción. Hoy en día, existen múltiples sellos que certifican la sostenibilidad en edificios nuevos o construcciones existentes, son diferentes tipos de sistemas que analizan los procesos de diseño, construcción y operación de los edificios, evaluando su desempeño, el impacto al medio ambiente, el origen y uso final de los materiales de construcción sosteniendo los aspectos económicos, de bienestar, de salud y de confort para los usuarios, todo esto mediante metodologías rigurosamente estudiadas, evaluadas y actualizadas constantemente con el objetivo de reducir, mitigar o regenerar el impacto del ser humano en el medio ambiente.
Se observa una presencia ya consolidada de proyectos certificados de edificios sostenibles en Latinoamérica, no obstante, Bolivia se encuentra con una disminuida cantidad comparada a países vecinos como por ejemplo Brasil o Chile.
Y particularmente hablando de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, existen actualmente dos edificios de gran altura y un hotel registrado a LEED además de un proyecto de vivienda con precertificación EDGE, sin embargo, hay una gran tendencia en aumento esperada en la actividad de edificios verdes en Latinoamérica.
Actualmente, la proporción de quienes hacen la mayoría de sus proyectos verdes entre los 15 países encuestados de Latinoamérica (incluido Bolivia) es del 21% con tendencia a subir a un 41% para el año 2024 (Dodge Data & Analytics, 2021).
Donde los tipos de edificios verdes predominantes anticipados son: construcciones comerciales, edificios residenciales o multifamiliares de gran altura, adecuaciones o remodelaciones de edificios existentes y edificios residenciales de baja altura y multifamiliares o unifamiliares.
Las certificaciones los puntos en común son los ahorros de energía y consumo de agua. En el caso de LED los materiales se recomiendan que sean locales, de bajo impacto a las personas, que no sean productos que contengan químicos, aldehídos o compuestos volátiles. En el caso de EDGE los materiales van relacionado a la huella de carbono, la cantidad de energía almacenada que tienen los materiales cuando se colocan en los proyectos.
Ambas certificaciones son buenas y seguras, no hay forma de certificar sin que realmente el edificio cumpla con estas normativas. “Nosotros como Valenzuela y Asociados somos la única empresa en Bolivia que hace los procesos de certificación en cualquiera de las dos certificaciones “, dijo Valenzuela.
Ya existen edificios certificados en Bolivia, tales como el edificio de Corporación Andina de Fomento – CAF en La Paz, el hotel Marriot que desarrolló el proceso, pero dejaron la certificación LED, y otros como Green Tower La Paz y Green Tower Santa Cruz que está en proceso de certificación.
“También hay algunas viviendas y empresas importantes, que son proyectos que no han salido a la luz, pero están en proceso de certificación”, dijo Valenzuela.
Por su parte, Roger Pando de Bob Constructora ha desarrollado un oficio multifamiliar que certificó a la norma LED y EDGE. “El copropietario que habita en el departamento, percibirá un ahorro en consumo energético y en agua”, dijo a tiempo de indicar que han logrado superar el 20% de ahorro de energía y agua.
Asimismo, Pando indicó que están trabajando en su nuevo proyecto Big-Bob y apuntan a superar el 40% de ahorro en energía, 20% de agua, y más del 20% de ahorro en emisiones de gas de efecto invernadero.
Valenzuela indicó que también hay otro proyecto en proceso de certificación que se denomina MAJO (imágenes de la maqueta). Del mismo modo, Pando señaló que tienen en carpeta otro proyecto, que es el cementerio ecológico, pero están a la espera de conseguir el presupuesto.
Para Manuel Laredo de Mamut , el primer Foro Internacional de Construcción Sostenible consideró que lo más destacado del evento ha sido la participación de las personas, desarrolladores de todo Bolivia, empresas que producen materiales de construcción sostenible, financiadores y la presencia del secretario de Gestión Ambiental y Energías Renovables, Marcelo Lorberg. Demostrando que el mercado está demandando soluciones inmobiliarias sostenibles, pero no solo en el nombre, sino que realmente generan una mejora en el bienestar de los consumidores.
Para esto se ha identificado grandes retos en la normativa, en la taxonomía de los valores de sostenibilidad en la construcción, términos claros sobre cómo se evaluarán (certificación), para que realmente los inmuebles tengan un aumento en valor comercial que, además, permitan ser hipotecados y, desde ese punto de vista, generar una nueva oportunidad para los nuevos servicios financieros verdes.
“Es importante mencionar que las mesas de Finanzas Verdes de Pacto Global han estado socializando la oportunidad de financiamiento para Bolivia, generada por fondos internacionales de cambio climático y fondos que buscan promover proyectos con gobernanza e impacto social y ambiental. En ese sentido, la mesa de ciudades sostenibles está promoviendo la generación de proyectos que puedan demandar estos servicios financieros”, señaló Laredo. El proceso ha sido lento, pero creo que este evento, que ha tenido casa llena, ha demostrado que la sostenibilidad cada vez más se está viendo como una oportunidad de competitividad y bienestar. Generando así un nuevo orden, donde el sector privado puede apoyar al cumplimiento de los objetivos de desarrollo del sector público. Por eso felicito a la Cámara Nacional de Industria y Eduardo Iriarte por poner estos temas sobre la mesa, dando la oportunidad de visibilizarlos y también de debatirlos.