Es la tienda de CASACOR Bolivia y está dividido en tres partes, cada una diferente a la otra, pero unidas por elementos que simbolizan la tierra, el fuego y la naturaleza. Ana Victoria Sauto las representa en una variedad de texturas y colores. En la intervención no solo se disfruta de los productos expuestos sino del diseño del ambiente. “Una tienda tiene que ser una experiencia más allá del producto”, remarca la profesional.
Por eso, la intención es que se convierta en un lugar de encuentro, lo importante fue jugar con el mobiliario acogedor que haga contraste con la tonalidad. La elegancia es el plus de todo el conjunto. El bajío representa la belleza al unir elementos existentes, es el encuentro de lo tectónico y estereotómico. La inspiración en la naturalidad del ladrillo, de la madera, las calaminas y su esencia que en muchas ocasiones es perdida. Como arquitecta supo fusionar espacios existentes sin cubrir en su totalidad los elementos originales, es algo que le apasiona. Dejando en ellos un libro abierto de su historia que se empieza a reescribir en un lienzo de la arquitectura. Se juego con un estilo monocromático y una luminaria adecuada en tonos cálidos para darle ese impacto visual al showroom.